Compleja legislatura para nuestra
Comunitat por la durísima crisis que ha sufrido nuestro país y también para
quien ha dirigido el Consell en estas difíciles circunstancias, el President
Alberto Fabra. Ha tenido que lidiar con la más grave y dramática situación
económica de los últimos 20 años. Los datos económicos de los últimos
trimestres demuestran que ha conseguido controlar la situación y que estamos,
sin género de dudas, en plena recuperación. El mejor noviembre para el empleo
de los últimos 19 años y especialmente en nuestra comunidad, que ya es una de las
locomotoras de la creación de empleo. Como prometió Fabra, se ha conseguido
reducir el paro que había al inicio de esta legislatura en más de 2.000 personas
y van a ser muchas más.
No creo que sea necesario
recordar que son ya 19 meses consecutivos de caída del paro interanual y con un
comportamiento del empleo esperanzador, pero tal y como están las cosas no me
resisto a no hacerlo. Sólo en los últimos dos trimestres (EPA) se han creado
553.400 empleos. Crecemos a un ritmo del 2% anual (0,5% cada trimestre) y ya se
anuncia que ese será también nuestro crecimiento en el cierre de este excelente
2014. Al terminar el año, la Comunitat habrá creado más de 50.000 nuevos
empleos y en 2015, se van a crear 75.000 más.
Yo entiendo que hoy siguen más de
4 millones de españoles en el paro y que sigue siendo una cifra insoportable, pero
ahora se recupera empleo a marchas forzadas y todo apunta a que cada vez será
mejor y de mayor calidad (aumentan un 28% los contratos indefinidos). Al menos,
ahora, los ciudadanos que no tienen trabajo ven con más optimismo y esperanza
su futuro profesional y ya casi nadie recuerda que hace apenas 3 años los
socialistas nos dejaron al borde de un “rescate” de consecuencias
impredecibles.
Aquellos que mintieron hasta el
aburrimiento para no referirse a la crisis (el sistema financiero más solvente
del mundo, “desaceleraciones” económicas o los famosos “brotes verdes”)
pretenden ahora que el paro que aún queda en nuestro país sea culpa de Rajoy y
que esta recuperación sea sólo un espejismo que “se va a esfumar muy pronto” (Pedro
Sánchez); pero no se le escapa a nadie (que analice la economía con rigor) que
la recuperación llega para quedarse. Ni dieron explicaciones para justificar
que no se tomaran medidas en 2008 por la mala suerte de que llegaban las
elecciones (reconocido por Pedro Solbes), ni tampoco las darán ahora, negando
la inversión del ciclo y la paulatina recuperación, casi por idéntico motivo.
No hablemos del papelón que está
realizando el PSOE con la regeneración democrática y la Ley de Transparencia (que
aprobamos en 2012) donde han dejado muy a las claras que su “pose” contra la
corrupción, no es sino otra estrategia electoral. No parece de recibo que el partido
de Filesa, Roldán, los GAL, el saqueo a los Fondos Reservados o los mucho más
recientes 855 millones de euros (cuantificados judicialmente) repartidos entre
amiguetes con los ERE fraudulentos auspiciados por la Junta de Andalucía, CCOO
y UGT, pretenda ahora repartir carnets de transparencia; Luego les escuchas
decir que Rajoy no está “legitimado” para tomar medidas contra la corrupción y entonces
tienes que pensar que esa gente ya no representa una opción mayoritaria para gobernar,
porque su actuación política es puro paripé y se rige por otros principios
distintos al bien común, la convivencia pacífica, el respeto al Estado de
Derecho y la democracia.
Titulaba mi tribuna diciendo ¿Qué
es lo que queremos? Yo creo que todos queremos más empleo, más crecimiento, que
nuestra empresas vendan más, que se garanticen nuestro sistema de bienestar,
las pensiones, la mejor sanidad pública, gratuidad de la educación de nuestros
hijos (pública y concertada), la convivencia en paz y en libertad, que la gestión
política sea transparente, que se ponga coto a los corruptos… sinceramente, no
creo que eso vayan a conseguirlo desde ningún tripartito, donde cada uno es
hijo de su padre y de su madre. Recuerden como terminó el tripartito catalán y
encima, con los Pujol haciéndose de oro a sus espaldas, mientras sembraban el
odio hacia España y el independentismo, ¿Es eso lo que queremos?
A nuestro particular tripartito
habría que añadirles un nuevo socio político: los radicales de extrema
izquierda de Podemos que aún no saben ni cómo se presentarán a las elecciones y
aun así, todo apunta a que podrían ser la segunda fuerza electoral: un panorama
que yo no le desearía ni a mi peor enemigo y menos, a mi tierra.
Algunos se estarán frotando las
manos con el lío que le podrían formar a Mariano Rajoy en su último año de
legislatura desde la Comunitat Valenciana si les salieran los números. No
parece importarles que eso pudiera ser desastroso para la recuperación económica
y la creación de empleo. A mí me preocupa, ¿Es eso lo que queremos? ¿De verdad?
Publicado en el Diario Información de Alicante el 13 de diciembre de 2014
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