Esta semana hemos tenido el privilegio de escuchar a un magnifico politico del Pais Vasco, Alfonso Alonso, en el encuentro organizado por el PP CV en la ciudad de Valencia con los portavoces y alcaldes de la Comunitat Valenciana para explicar las lineas maestras de la campaña electoral que concluye el próximo 9 de marzo y dar las instrucciones pertinentes para poder afrontarla con éxito.
En su discurso, cargado de emoción y autentico sentimiento, ha explicado la situación con la que se enfrentan para afrontar con solvencia el proceso electoral que se avecina y a uno que lleva varias campañas a sus espaldas, se le encoge el corazón de imaginarse metido en semejante ambiente de hostilidad y peligro.
La participación politica en el Pais Vasco es poco menos que una heroicidad, salvo el caso de que tu militancia sea nazionalista.
Nos contaba Alonso, Alcalde de Vitoria durante 8 años y ahora cabeza del PP por la circunscripción de Alava, que ya son casi 30 años desde que estos señores (todos ellos) campan por sus respetos, sin más limite que su propia boina (eso lo digo yo) y que todos ellos se retroalimentan de tal manera que resulta complejo defender ideas que discrepen de las suyas, porque asumes un riesgo que puedes llegar a pagar con tu vida.
Los vascos viven en otro mundo. Una parte de ellos de forma declarada y otros, muchos, de forma soterrada, comprenden (a pesar de las condenas y reprobaciones que algunos de ellos realizan) las amenazas, extorsiones, secuestros, violencia, asesinatos... que la banda terrorista ha ido perpetrando hasta nuestros dias por cuenta de su imaginaria independencia.
¿Como es posible que en un estado de derecho como el nuestro, donde contamos con todas las libertades imaginables, hayamos consentido que germine un sentimiento insolidario y separatista como este?, ¿Un territorio donde se mata a la gente para imponer unas ideas fascistas? Cuesta creer que esto este pasando en nuestro pais en pleno siglo XXI.
Vaya papelón el de nuestros candidatos en el Pais Vasco.
Gracias por vuestra valentía, coraje y lucha permanente para conseguir, de verdad, la libertad del pueblo vasco y la de todos los españoles.
Quizá algun dia amanezcamos en libertad. Sin pistolas, sin terroristas, sin sangre..., en Paz.
