Vivimos tiempos difíciles en los que todos estamos haciendo grandes sacrificios para recuperar el crédito, la liquidez y el futuro que en otros tiempos soñamos. Los ajustes y medidas duras del gobierno para alcanzar los objetivos del déficit y pagar la inmensa deuda de los anteriores gobernantes, resulta una misión muy complicada. No se trata de un agujero de 25, ni de 100, ni de 1.000, se trata de 30.000 millones de euros de deuda oculta por la Ministra Salgado que nadie esperaba encontrar. Es la misma cantidad que obliga al socialista Hollande a realizar en Francia unos duros "ajustes" que aquí para sus compañeros del PSOE, justifican los vergonzosos ataques contra la casa donde reside la soberanía del pueblo: el Congreso de los Diputados. Habría que escuchar a algunos medios de comunicación y políticos progresistas, si semejante asedio lo hubieran realizado 6.000 jóvenes del Partido Popular protestando contra las políticas sectarias y ruinosas de Zapatero y Rubalcaba. No hay por donde cogerlo. Es la ruptura premeditada de las reglas del juego. Vergonzoso.
La subida de los impuestos ha sido una decisión muy desagradable y contraria a lo que nuestros principios programáticos nos dictaban, pero como sin duda habrán escuchado a los miembros de nuestro gobierno, se trata de una decisión excepcional e inevitable para esquivar un rescate al que España estaba condenada de no ser por esas medidas de austeridad que se han adoptado. Cada día resulta más evidente que estan dando sus frutos y que el rescate no será necesario. Son medidas excepcionales, y muy pronto se corregirán como ya se hizo en el periodo 1996/2004 para impulsar de forma decisiva nuestra economía. Desde todos los estamentos europeos (Gobiernos Eurogrupo, BCE, CE...) se congratulan de nuestras valientes medidas y aseguran que vamos por el buen camino. Asimismo, los datos del primer semestre confirman que todas las Comunidades Autonomas están cumpliendo los objetivos del déficit y secundando este gran trabajo de nuestro gobierno. El balance es, desde luego, esperanzador.
Nadie debe olvidar que hace apenas 10 meses el gobierno del PSOE dejó a España en la situación más crítica de nuestra historia: un paro que alcanzó el 22,85% con más de 3.000.000 de nuevos parados y una deuda cercana al 97% de nuestro PIB (que es el valor total de nuestro patrimonio). En los últimos 4 años (en plena crisis económica) el gobierno socialista se embarcó en gastos, planes de "incentivos" e inversiones faraónicas que nos endeudaron en 350.000 millones de euros. Una politica negligente y cobarde que no quiso adoptar, cuando debía, las medidas (impopulares) que eran necesarias para corregir la situación y volver a crear empleo. El resultado es esa herencia que ha obligado a Mariano Rajoy a realizar unos duros ajustes que muy pronto corregirán la situación y traerán el empleo y la recuperación económica que todos deseamos.
El anuncio reciente de que se van a subir las pensiones a partir del 1 de enero de 2013 es la mejor referencia de que estamos en el mejor de los caminos.
El anuncio reciente de que se van a subir las pensiones a partir del 1 de enero de 2013 es la mejor referencia de que estamos en el mejor de los caminos.
Las palabras de Mariano Rajoy a Rubalcaba en el Congreso de los Diputados la semana pasada describen a la perfección qué tipo de política no debe hacer nuestro Gobierno bajo ningún concepto: "Lo que no puedo es hacer su política de la pasada legislatura y la anterior porque es la que nos ha traído hasta aquí".
A pesar de ese desastre de gestión, el PSOE calienta la calle y justifica las protestas sindicales, "asedios" y alborotos callejeros que trascienden en los medios nacionales e internacionales para perjudicar nuestra estabilidad, con la única intención de impedir que las reformas realizadas por el Gobierno consigan solucionar todo lo que ellos destrozaron: ¿Es o no es para indignarse?
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